literature

Kostia cap 10

Deviation Actions

AlikuHirano's avatar
By
Published:
449 Views

Literature Text

Cuando Chihiro escuchó la idea de ir a Arkhagrado, sintió el deber casi cívico de detener a su pequeña compañera y amiga, así como a los chicos que la acompañaban.
-¡Nadie va a ir a Arkhagrado! Yui, deja de creerte tan valiente. Y tú Karen, deja de sentirte la última cerveza en el desierto por ser Gaxiola.
-Ella tiene razón- la apoyó Gino sin bromear. –Arkhagrado es una bomba en potencia, es peligroso ir allá.
-He escuchado las historias de Arkhagrado, dicen que los forasteros son asesinados sólo por acercarse a esas tierras, es como un poblado sádico psicópata Amish, pero sin barbas- mencionó Sophie. –Pero por otro lado, yo no tengo miedo. Y si Kostia quiere ir, yo no lo voy a dejar sólo.
Yui le sonrió a sophie, le había agradado esa respuesta.

-Bueno, si ya profanamos una tumba y nos enfrentamos a unos sicarios, podemos infiltrarnos a un pueblo de locos. Además somos muy buenos para escondernos- exclamó Kostia decidido a encontrar la verdad sobre Sho.
-¡Bola de idiotas!- gritó desesperada Chihiro imaginándose a sus visitantes asesinados por una muchedumbre iracunda en Arkhagrado. –Lupita, tú te ves sensata, diles algo.
-Se pasan, pero no los voy a dejar solos, eso sería irresponsable… Por no decir que deseo ver un pueblo Amish sin barbas- dijo Lupita y se fue corriendo a alcanzar a los chicos que apenas habían salido de aquél salón.
-Te preocupa Yui y se nota- le comentó Gino a Chihiro cuando se quedaron solos. –Si no voy, no estaré tranquilo, eres bienvenida a viajar en mi lomo para alcanzarlos, parece que están abriendo el auto ahora mismo. Ya sabes, orejas de lobo.
Chihiro lo pensó mucho tiempo pero finalmente aceptó ir. Los alcanzaron en diez minutos.
Kostia tenía una amarga sensación en el estómago, como si el misterio estuviera cercano a resolverse, o al menos eso creía.

Cuando llegaron al basurero de autos que tenía una cinta amarilla en todo su perímetro por los crímenes ocurridos allí varias semanas atrás, ellos bajaron del auto y siguieron a pie, caminando hacia el norte. Tras una hora de estar caminando con el templado sol de Molinos, llegaron a un pequeño pueblo de calles empedradas con pocas casas y ninguna persona presente, parecía Arkhagrado y eso decían los GPS,s de sus celulares, pero no podía ser un pueblo fantasma. Chihiro estaba nerviosa, su abuela le había contado tantas historias macabras de ese desolado lugar, que le hacían poner los pelos de punta; mientras que Sophie era tan escéptica que en el fondo sabía que nada grave sucedería.

-Qué lugar tan aterrador, no hay nadie aquí- mencionó Lupita tratando de relajarse, pero sin conseguirlo. –No me gusta aterrarme.
-Sí, parece que va a salirnos un psicópata de la nada- le contestó Kostia sin percatarse del nerviosismo de Lupita. –Es tan creepy.
-Esta atmósfera me emociona- mencionó Karen. -¿Acaso será aquí dónde me pueda reunir con la memoria de mi amado?
-¿Y eso?- cuestionó Yui sin entender lo que sucedía con Karen.
-Algún día lo soportarás, es tan cursi y tonto. Es que Karen ama a Sho- respondió fríamente Sophie.
-Bueno, me imagino que los habitantes de Arkhagrado están en una ciudad subterránea debajo de ésta haciendo rituales satánicos para preservar el programa de “Laura”, así ella les podrá dar dinero para que sigan haciendo rituales satánicos y saliendo en las noches a chupar sangre- bromeó Gino para tranquilizar a Lupita. Yui se rió a carcajadas hasta que se le salieron las lágrimas, y al secárselas, los rodearon doce personas con armadura negra armados con ballestas.
Las personas armadas los llevaron violentamente a una prisión subterránea que era fría, húmeda y que estaba construida con cemento, rocas y huesos humanos, inspirados en las catacumbas de París.

-Oh por Dios. Nos van a ofrecer en sacrificio para Laura Bozzo- Gritó aterrada Lupita.
-A ver cuando nos cuentas otro chistecito como este- le reclamó Chihiro a Gino con una furia tal que, de no haberla controlado, lo hubiera golpeado en la cara. –Patán. Y ustedes también, ¿Cómo se les ocurrió venir aquí?
-No pedimos que nos acompañaras- le respondió Karen y Chihiro enrojeció de coraje. Fue cuando uno de los tipos con armadura anunció la llegada del coronel
-¿Y tiene quién le escriba?- cuestionó socarrón Gino
-Oh, que la ching…

Los pasos del coronel retumbaron en el pasillo mal iluminado y silencioso, y mientras se acercaba a la celda de éstos chicos, una extraña sensación de angustia y ansiedad de apoderaba de Kostia. Su investigación había terminado. Y mal.
-Soy el coronel Yoshihide Kasuga- se presentó aquel sujeto alto de cabello corto en melena, nariz pequeña y ojos azules rasgados, muy parecidos a los de Hitomi Kawada.
-¿Kasuga no era comandante?- replicó Chihiro.
-No sé, eso lo leí en Wikipedia- respondió Yui con inocencia.
-¿Estamos en este pueblo por tus suposiciones basadas en Wikipedia?- replicó Sophie enojada, roja de furia. -¡Te mataré maldita enana bastarda!- Y esa fue la primera grosería de Sophie.

Gino estaba intrigado mirando a Karen, a Kostia y a Lupita, preguntándose qué les sucedía, porqué sus rostros parecían descompuestos por la angustia, el porqué de sus dientes apretados y su mirada extraña que mostraba mucho odio pero al mismo tiempo demasiada decepción. Karen se apartó hasta el fondo de la celda mientras que Lupita enrojecía de coraje aún más que Chihiro.
-Déjenme a solas con estos truhanes- ordenó el coronel y los guardias se alejaron rápidamente. –Cuánto tiempo sin vernos, sólo tengo una duda mis queridos amigos… ¿Qué hacen aquí perdiendo el tiempo en vez de entrenar?
-Puto- alcanzó a decir Lupita antes de que se le cortara la voz por el odio que sentía.
-¿Eres Sho Kawada?- El sujeto vestido de coronel asintió con la cabeza. –Sho, yo soy Yui Sato y me preguntaba si tú sabes dónde está mi hermana mayor Mei, es más alta que yo, rubia casi natural, labios pequeños y rojos, algo enojona cuando me meto en problemas…
-La de la oficina de registros, ¿Verdad?- Yui asintío tan rápido como sus labios se lo permitieron. –Ah, sí. Lo siento, sabía demasiado y mi linda Ila se deshizo de ella. La culpa la tienen tus compañeros de celda- le dijo Sho sin sentirlo realmente.
-No puede ser- las piernas de Yui se debilitaron y estuvo a punto de caerse, pero Chihiro alcanzó a sostenerla, Yui estaba muy pálida y no dejaba de temblar, pensó que ya no volvería a ver a Mei, y eso era lo que más le dolía en el mundo.

-¿Por qué fingiste tu muerte? ¡Dímelo!- Kostia se sentía engañado y ofendido, parecía enojado pero en realidad era tristeza lo que sentía.
-No te enojes conmigo, les dejé pistas y no las entendieron. Los dientes de aquél sucio infeliz eran parte del mensaje: “alguien fuerte aparecerá y si no entrenan van a morir”. ¿Tan difícil es entender eso con unas fotos?- replicó Sho como respuesta, prepotente y creyéndose omnipotente.
-Sólo lo hubieras dicho y ya, estúpido. Unas fotos de ti en poses ridículas no dicen realmente nada- comentó Sophie.
-Bueno, es que necesitaba que ustedes y Karen y Lupita se conocieran, así entrenarían duro por la memoria de su amigo muerto, y luego lucharían contra el hada de los dientes.
-¿Fingiste tu muerte por un ridículo mito que le saca dinero a los padres para dárselos a sus ingratos hijos por un inservible diente?- replicó Lupita tan molesta, tan furiosa que casi golpeaban sus palabras. Entonces recordó la quinta foto del mensaje de Sho, la de su espalda con un tatuaje de hada, y supo que realmente Sho creía en esos mitos que ella consideraba imaginarios.
-¡Oh por Dios!- gritó Chihiro aterrada, ella también creía en aquél ser como producto de las historias macabras que su abuela le contaba de niña antes de dormir.

-En una visión observé el resultado de esa batalla, iba a morir y pues, entré en pánico, entonces a Ila se le ocurrió la idea de fingir mi muerte para zafarme de la batalla y no quedar como un cobarde. Y entonces mientras yo convencía de mi amistad a Karen y a Lupita, Kasuga quería que Arkhagrado se uniera a Molinos para que no fuera un ejido apartado de todo; cuando fue a Molinos lo retuve varios días con tranquilizantes, luego esa noche lo llevé al basurero de autos antes de que llegaran los tipejos aquellos con Chihiro. Fue muy fácil- confesó Sho sonriendo satisfecho. –Me robé la identidad de Kasuga, mi ilusa hermana no sospecha nada, y ustedes, los únicos que saben mi verdad, van a morir como lo hizo Mei Sato.

Todos se quedaron en silencio mientras Sho sonreía triunfante; Kostia sentía mucha culpa, había involucrado a demasiadas personas en esa búsqueda que en ese momento la veía sin sentido, incluso Mei Sato había muerto por culpa de esa investigación. Había puesto en peligro a su hermana, a su amigo Gino, a Karen, a Lupita, a Chihiro y a Yui a causa de su curiosidad y de su incapacidad para dejar ir a quien consideró su mejor amigo.
-¿Por qué? Somos amigos. ¿Lo recuerdas?- balbuceó Kostia con la voz cortada, soportando los deseos de llorar.
-Despierta, los amigos no existen.

Esa respuesta lo destrozó aún más, sin fuerzas cayó al suelo, y sin poder resistir más, soltó un llanto amargo. Yui se separó de Chihiro violentamente y caminó hasta los barrotes de la celda, frente a frente con Sho; no le dijo nada, sus ojos radiaban odio y deseos de venganza no había palabras que describieran el dolor de perder a un ser tan cercano y querido, y entonces golpeó a Sho en la cara.
-¿Eso es todo? Que nena- se burló él pero Yui se molestó aun más y lo pateó en el estómago, luego lo golpeó en la boca hasta que él sangró. -¡Guardias!- gritó Sho con el orgullo herido y el ego en el suelo. –A ella llévenla a la habitación oscura. Los demás serán fusilados mañana a las seiscientas horas.

La habitación oscura era un lugar de tortura creado en 1600, la de Arkhagrado es la única que sigue en pie en nuestros días, y ciertamente la única en funcionamiento. Era un pequeño cuarto  un poco más chico que un cubículo de baño público, con una única ventana en la parte superior, pintada totalmente de negro y con picos de acero oxidado tanto en las paredes como en la puerta. En sí, la persona que era encerrada sólo podía estar parada, y a cualquier movimiento que hacía, por más pequeño que éste fuera, era lastimada por los picos. En los últimos años se le había equipado una cámara, bocinas y micrófono, para poder monitorear a los presos torturados.

-¡Eres un monstruo Sho! ¡Cuando salga de aquí te haré pagar lo que le hiciste a mi hermana!- gritaba Yui cortándose con los picos a cada movimiento que hacía, estaba muy furiosa como para percatarse de que no debía moverse.
-Sí, como digas. Cuando mueras, mándale saludos a Mei Sato de mi parte- escuchó la voz de Sho desde una bocina que estaba a su izquierda.
Cuando la luz del día desapareció, a Yui le dio una somnolencia terrible, sus ojos parecían cerrarse en contra de su voluntad y lo peor es que no podía evitarlo; sabía que no debía dormirse en ese espantoso lugar pero finalmente sucumbió a la pesadez de su cuerpo y se dejó caer en la habitación oscura. Empezó a caminar por un oscuro y fragante bosque, y supo que estaba soñando; la luna onírica brillaba en todo su esplendor, iluminando los pasos de Yui, entonces, sentada en una roca miró a Mei, quien le sonreía cálidamente.

-Moriste, ¿Verdad?- balbuceó Yui mientras le brotaban amargas lágrimas de los ojos. Mei se levantó apresurada, sacó un pañuelo y fue hasta su hermana para secarle el culposo llanto.
-No Yui, no. Escúchame bonita, no he muerto, estoy viva todavía- le dijo Mei a Yui para tranquilizarla, su voz era muy débil. –Tuve un mal presentimiento y quise ver si estabas bien.
-Todo está mal- musitó Yui cabizbaja conteniendo su llanto. –Sé que no estás bien, tu voz me lo dice. Seguí con lo que dejaste pendiente de Sho, los otros niños están en peligro y Sho está vivo, les mintió a todos.
-Tranquila bonita, en este momento no puedo ir a ayudarlos pero confío ciegamente en ti, debes luchar para salvar a los chicos. Y dale una patada al tontotote de Sho, se lo merece.
-Dime dónde estás. Cuando salga de Arkhagrado con esos niños, iré a salvarte.
-¡¿Arkhagrado?! Ay no, no, no, no, no- replicó Mei aterrada. -¿Qué te he dio sobre los lugares peligrosos, bonita? No te metas en más problemas.
-Y el hada de los dientes está cerca.
-Esas noticias me van a matar- bromeó Mei. –Primero sal de Arkhagrado, luego veremos lo del hada- Yui abrazó a Mei y se estremeció al sentir sus brazos tan fríos como los de un cadáver, entonces supo que debía actuar lo más rápido posible. –Me encuentro en las montañas del norte.
Todo desapareció en un instante y Yui despertó gritando, tratando de retener aquel sueño fugaz, entonces movió la cabeza por error. Hubo mucha sangre y gritos que se escucharon en todos los lugares de la cárcel subterránea.
Comments4
Join the community to add your comment. Already a deviant? Log In
anakareninart's avatar
Es de mis capítulos favoritos, pobre Yui!! Al menos no murió por quedarse dormida xD
Y ese Sho es un desgraciado u.u