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Kostia cap.8

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AlikuHirano's avatar
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Después de lo que sucedió con Hitomi y los matones, Karen, Kostia, Lupita y Sophie fueron a un bar muy conocido en Molinos llamado “Bar Teremok” con el propósito de que le alcohol los hiciera olvidar el reciente susto. Así que Karen pidió una botella de vodka, mientras que Lupita y Sophie se conformaron con una cerveza; Kostia pidió un refresco de fresa, no le gustaba tomar, decía que las personas huelen muy mal cuando beben.

-Me gustaría estar en ese bar de Los Simpson que mencionaste antes, Kare. Esto es más deprimente que un poema coreano- mencionó Sophie sin siquiera ver a Karen, como jamás había tomado, el alcohol le hizo efecto muy rápido. –Oye, gracias por salvarme.
-No hay de qué.
-Karen, deja esa botella, tu cuñada no te mató, sólo te miró como si quisiera que entraras al negocio familiar- exclamó Lupita al ver la forma de beber de Karen. –Eres psicóloga, debes afrontar tu miedo.
-En la escuela no te preparan para profanar una tumba ni para enfrentar sicarios asesinos que matan gente- respondió Karen y luego le dio un largo sorbo al vodka como si fuera agua.
-Sería muy extraño si lo hicieran- agregó Kostia.

La atmósfera del lugar era tan triste y abatida que las canciones de fondo pertenecían al Komander y a Gerardo Ortiz, los cuales eran unos cantantes que a ninguno de los cuatro chicos deprimidos en la mesa del fondo les gustaba.
-¿En serio? Esta música es una broma para nosotros o qué- replicó Kostia molesto.

También Karen sentía que la canción era impropia para el momento que habían vivido, no solamente hablaba bien de los sujetos que trataron de matarlos hacía media hora aproximadamente, además la miraba como una derrota hacia la persona que había amado. Se terminó la botella y Karen se levantó a quitarle la guitarra al músico ambientador, cansada de la música ranchera proveniente de Rosales, con ojos dormilones por el efecto del alcohol comenzó a tocar con facilidad. (En realidad ella podía tocar hasta dormida, así que no era de extrañarse que lo hiciera borracha y que el sonido fuera agradable). De repente se envalentonó tanto que hasta cantó:
“Y cuando yo me muera, ni luz ni llanto ni nada más, allí junto a mi cruz yo solo quiero paz”
-Hablar de muerte cuando apenas salimos de un panteón- replicó Sophie al escucharla. –Súper original.

Regresaron a la casa en silencio y con las ventanas abiertas, Kostia no soportaba ni un poco el olor a borracho. Al llegar Sophie abrió la puerta y todos se dejaron caer pesadamente en los sillones de la sala con una amarga sensación de derrota, así como cuando pierde México un mundial en octavos de final.
-¿Quieren una mala noticia?- los cuestionó lentamente Sophie mientras miraba las fotografías de la mesa de centro.
-Anda dinos, no nos puede ir peor- replicó Lupita.
-Alguien más entró a la casa. Hay ceniza de cigarro en el suelo, y chequen las fotos, no estaban así cuando nos fuimos.
-Estás imaginando cosas- respondió Kostia. -¿Quién demonios se fija en las fotos y su acomodo?
-Iré a ver- mencionó Karen y se levantó con los ojos entrecerrados y movimientos torpes. Con un paso lento y torpe pero seguro de una tortuga, revisó cada habitación de la casa hasta el último rincón. -¡No hay nadie! ¡Y Hitomi dejó una nota!

Los tres se apresuraron en ir al comedor sólo para ver que en la pared de la cocina estaba escrito un mensaje con pintura de aerosol aún fresca: “Cuando termine con el imbécil que robó el cuerpo de mi hermano, seguirán ustedes. Hitomi”.
-Karen, tu cuñada es un alacrán- exclamó Sophie.
-No es mi cuñada, es de la zorra de Ila- respondió Karen con una sensación parecida a los celos, estaba de mal humor.
-Vamos, es obvio que estamos cansados y estresados, además de tomados. Descansemos un poco, yo voy a asegurar todas las puertas- comentó Lupita alargando la palabra “todas”. Se fue a la sala y bloqueó la puerta con un sillón, aunque no era muy pesado, no pudo evitar arrastrarlo hasta la entrada; luego tomó una silla y atrancó el picaporte de la puerta del traspatio.

Lupita fue a la cocina y se preparó un café, estaba pensando que realmente no meditó en lo que hacía cuando se unió en la investigación de Kostia, sólo se había emocionado con la posibilidad de resolver un misterio y en ese momento veía que la muerte de Sho era más compleja que un ser humano dejando de respirar. Era la vez que más estresada había estado en su vida, creía que Sho seguía con vida y se preocupaba por Karen y por Kostia, ellos tenían un afecto por el supuesto occiso y sabía que les afectaba más que a Sophie.

-Kostia, deberías irte a dormir, te hará bien- ella lo descubrió sentado en la penumbra de la sala con una botella en la mano. -¿Vodka? Eso es para Karen, tiene experiencia ahogando penas como tovarich.
-Ya me cansé de no tener vicios, quiero tener una vida donde todo me de igual como a Sho.
-Ah, por favor. Eres mejor que eso. No cualquiera puede decir que fue a un bar y se atrevió a pedir refresco de fresa- respondió Lupita tratando de bromear. –Descansa carajo.
-¿Y tú?
-Me terminaré mi café y luego me iré a dormir.

Kostia siguió el consejo de Lupita y se retiró a su habitación, se cambió de ropa y se acostó en su cama, sintió el cuerpo tan cansado y los párpados tan pesados que se durmió enseguida.
A la mañana siguiente Kostia bajó al comedor después de bañarse y cambiarse de ropa, ya estaba listo el desayuno y estaba una persona más en la mesa
-Kostia. ¿Lo conoces? Esas orejas parecen muy reales- mencionó Karen.
-Se llama Gino, y sí, las orejas en su cabeza son reales- le respondió atónito a ella; le parecía extraño que Gino estuviera en su casa, tras la última vez que se vieron, Kostia había pensado que Gino no quería saber más de él por el golpe que le dio.

-Mi esposa me regañó… Y tuvo razón, fui muy impulsivo contigo. Lo lamento- exclamó Gino mirando a Kostia a los ojos. –Tu hermana me contó de la tumba vacía y de Hitomi… No sé si servirá para que me perdones, pero quiero ayudarte esta vez.
-No hace falta, si no quieres involucrarte yo lo entenderé, pero si te perdono, eres mi único amigo en el mundo.
-Gracias- mencionó con enojo Lupita. –Creí que dos intentos de asesinatos y la profanación de una tumba era suficiente para hacernos amigos. Te pasas.
-Eh, no me refería a eso. Él es mi único amigo varón, ustedes son mis amigas.

Después de desayunar, los cinco discutieron acerca del siguiente paso en la investigación, se pelearon más de una vez ya que Sophie no quería continuar con ese misterio tras ser casi asesinada por Hitomi, Lupita estaba indecisa a causa de su familia y Karen estaba convencida de que había que seguir por el mismo camino. Finalmente estuvieron de acuerdo en avisarle lo sucedido a Mei Sato para que estuviera preparada en caso de que Hitomi la buscara.

Al llegar a la oficina de registros, Gino, Karen, Kostia, Lupita y Sophie miraron a una chica de rasgos asiáticos y cabello largo al lado de la puerta, parecía anotar algo importante en un cuaderno de taquigrafía pero ellos no le dieron importancia y entraron. Duraron más de media hora bu8scando a Mei Sato pero no la encontraron por ningún lugar
-Disculpe. ¿Ha visto a Mei Sato?- Sophie le preguntó a una secretaria de la oficina.
-No, tratamos de localizarla pero no tuvimos éxito alguno. Si no aparece pronto perderá su empleo.
-Ah, es imposible que nos suceda esto. Estamos salados- replicó Karen, y de repente alguin se les acercó, era la chica de la entrada.

-Disculpen. ¿A quién buscan?- era mucho más pequeña que todos en estatura, tenía rasgos asiáticos algo marcados, -tez pálida, ojos ligeramente rasgados de color gris, una nariz apenas visible y su rostro la hacía parecer una adolescente cuando tenía dos años menos que Lupita-, su cabello lacio y negro sobrepasaba su espalda baja y su cara no mostraba ninguna expresión, así que estos chicos no sabían si ella preguntaba por curiosidad o por cortesía.
-A Mei Sato- respondió Lupita amablemente.
- ¿Y para qué la buscan?- el tono de la asiática se hizo un poco violento.
-No puedo decirte, es un asunto entre ella y nosotros. Confidencial para que entiendas.

Al escuchar a Lupita, la chica levantó la ceja derecha mostrando su desdén hacia esa respuesta, sobre todo a la palabra “confidencial”.
-No acepto tu respuesta pueril- contestó la asiática.
-¿Al menos sabes qué es pueril?- replicó Lupita ya molesta por la actitud de la chica asiática.
-Yo soy Yui Sato, hermana de Mei- la asiática se acercó al oído de Lupita fingiendo jalarla para confrontarla a golpes –como en las películas de acción que suelen pasar en la televisión muy seguido- y sin cambiar su rostro desdeñoso le susurró: -Ha desaparecido y creo que ustedes tienen algo que ver, no los estoy culpando pero necesito que me ayuden a encontrarla, ella es lo único que tengo.
-Hay que reunirnos en un lugar seguro, síguenos.

Entonces Karen las separó temiendo que se pelearan en una oficina de gobierno como esa.
Sin que ningún trabajador de la oficina de registros supiera, Yui siguió a los chicos al lugar más solitario un sábado al mediodía: una tienda especializada en productos y caricaturas de origen oriental. El local estaba en una calle cualquiera en el segundo piso de un edificio común, no era muy espacioso pero tenían dos máquinas de videojuegos, un sillón grande, un espacio para coser disfraces; había un anaquel del lado izquierdo dónde se mostraban los artículos que ofrecían como llaveros, espadas, muñecos tallados en madera, cuadernos negros, audífonos y cómics japoneses. En el lado derecho de la tienda estaban acomodados los DVD´s de los animes que vendían. La pared del fondo era lo más disfrutable del lugar, estaba pintado un escenario de un videojuego muy famoso en todo el mundo.

El dueño era un sujeto grande y gordo que se pasaba el día chateando con su esposa que estaba trabajando en otro estado; él no hablaba mucho pero le gustaba cooperar cuando había personas en la tienda, fueran clientes o no. La situación de la tienda no podía ser peor, con las páginas web de anime y el comercio por internet, los clientes potenciales preferían ver caricaturas desde sus computadoras y gratis que pagar veinte pesos por DVD, así que cuando vio a los seis chicos entrar, se alegró tanto que hasta les ofreció ramune, una bebida muy famosa en Japón.

-Lupita. ¿Por qué siempre encuentras estos extraños sitios a cada lugar dónde vamos?- replicó Karen mirando la tienda, en secreto le gustaba la música de Japón pero jamás lo iba a decir, le resultaba penoso.
-No lo puedo evitar, está en mis venas.
-Oigan chicos, estos tipos lobos se parecen a mí- exclamó Gino mostrándoles un DVD de Wolf´s rain. –Qué raro, ellos sí pueden esconder sus orejas.

Mientras Gino observaba emocionado la tienda como si estuviera explorando un mundo nuevo, Yui le hacía preguntas al dueño sobre las ventas de la tienda, y Kostia miraba los cuadernos negros pensando qué clase de idiota se compraría un cuaderno de cien pesos que dice “cuaderno de la muerte” en la portada.
-Hey, ¿Acaso vinimos a ver estupideces de frikis que no tuvieron infancia y no tienen novia actualmente? No, no, no. Así que traigan sus traseros al sillón para contarle a esta copia barata de china desnutrida lo que pasa.
-Ay que grosera, así es mi cuerpo por si no sabías- replicó Yui.

Lupita y Sophie le contaron a Yui que su hermana Mei les estaba ayudando a resolver una serie de mentiras en torno a Sho Kawada cuando supuestamente él murió, y que no la volvieron a ver cuándo se llevó presa a Ila; luego le contaron sobre Sho, su “muerte”, los mensajes que dejó, su tumba vacía, y que Hitomi “la japonesa” los había amenazado.
-Y con todo eso. ¿Mei les ayudó?- replicó Yui desconcertada. –Sé que adora “Criminal minds” pero ayudarlos ha sido la idiotez más grande de su vida, es peor que cuando metió un tenedor a la clavija de toma-corriente.
Ella se levantó e hizo una rápida llamada mientras que el vendedor miraba unos videos musicales de grupos sin éxito de rock en japonés. Cuando Yui colgó, les dijo sin mostrar su preocupación que la carcomía por dentro:

-En el reclusorio no ha entrado nadie con el nombre de Ila Jaramillo, pero comprobé el resto de su historia y es real.
-Lo siento mucho- exclamó Kostia tratando de ser amable.
-Tal vez la encuentre si los ayudo con su misterio, digo, desapareció por su culpa- mencionó Yui.
-¿Disculpa?- replicó Sophie ofendida. –En ningún momento obligamos a Mei a cooperar con nosotros.
-¿Cómo de que no? ¿Te acuerdas que la amordazamos y le apuntamos con un lanzagranadas?- mencionó gino y entonces Yui lo miró con toda su furia. –Era broma.

-Lo que digo es cierto. ¿Quién demonios se va a otro estado porque unas fotos se lo dicen? Para empezar las fotos no hablan pero ustedes me entienden, es simbólico. ¿A quién se le ocurre investigar un asesinato cuando hay sicarios al asecho? ¿Quién va por toda la ciudad contando lo que ha investigado a los que ven pasar? Ahora que lo pienso, eso últimoes como publicar en Facebook tus estados de cuenta del banco- los criticó la asiática severamente. –Creo que la peor idea que tuvieron fue profanar la tumba. ¿Y si su Sho hubiera estado adentro del ataúd? ¿Quiénes se creen que son? ¿El FBI? ¿La CIA? ¿La Interpol? ¿O qué?

Cuando terminó de regañarlos, Yui soltó una bocanada de aire y se bebió su ramune
-Auch- exclamó Gino al ver a Karen, a Kostia, a Lupita y a Sophie molestos con Yui pero no le decían nada porque sabían que tenía algo de razón. –Bueno, podemos arreglar todo esto y resolver el misterio de Sho también. Y encontrar a Mei como la cereza del pastel. Trabajemos en equipo.
-¿Y por dónde empezamos, lobito?- lo cuestionó Yui con curiosidad.
-Hay que iniciar una cacería de brujas contra Ila, cuando la atrapemos la llevamos unos días a Guantánamo, y zaz, nos cuenta todo- exclamó con una sonrisa socarrona, entonces sintió la furia de Sophie. –Era un chiste, no te enojes Sophie, ni siquiera era bueno.
-Me agradan tus chistes, hay que trabajar juntos.

Yui tomó tres DVD´s de anime y fue a pagarlos, entonces el dueño le mostró un video y le preguntó si la vocalista era ella, al escuchar la pregunta, los demás se acercaron para ver, entonces miraron que el video lucía profesional y tenía impresa una compañía musical desconocida para ellos.
-¿Cantas?- preguntó impresionada Karen. –Espera. ¿Sabes japonés?
-No es la gran cosa, simplemente allá estudié casi toda mi vida. Y mi nombre debió darte una pista- respondió Yui algo apenada, no esperaba esa clase de trato.
-¿La tercera banda militar reinante del imperio? ¿No es demasiado largo?- replicó Kostia sin interesarse en absoluto en la música de esa banda.
-Creo que no puede ser más largo ese nombre. He escuchado algunas de sus canciones, pero siempre he preferido a Hatsune Miku- dijo Lupita tranquilamente.

-¿Hatsune Miku? ¿En serio?- se ofendió Yui.
-Hey superestrella desconocida. ¿Me puedes explicar qué traes puesto?- replicó Sophie al ver la ropa que la asiática usaba en el video.
-Se llama Gothic Lolita- Sophie la observó diciéndole con los ojos “ya madura friki” pero rápidamente Yui se defendió. –Si conoces otro empleo donde paguen bien si estar desnuda o con un arma en la mano, dímelo. Es más. ¿Por qué estamos hablando de eso? Tenemos muchas cosas qué hacer para encontrar a Mei, así que vámonos.
Y Lupita respondió
-Sólo te molestábamos, eso te enseñará a no regañarnos.
Comments6
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anakareninart's avatar
Ah qué grupo más simpático de amigos, me encanta cómo va la historia!
Me pregunto qué sucedió con Sho >.<
y ya era hora de que alguien les dijera sus verdades XD jajajajaja